Placodontos

Los placodontos eran un grupo de animales marinos emparentados con el resto de reptiles marinos (sauropterigios). Se caracterizaban por tener una forma menos hidrodinámica y un cuerpo recio pesado (herencia de sus antepasados terrestres). Todos ellos tenían algún tipo de armadura, ya sea pequeñas espinas en el dorso o grandes caparazones similares a los de las tortugas. Sus patas se habían transformado en aletas, aunque se podían distinguir los dígitos y seguían conservando las garras. La extraña forma de su corta mandíbula sugiere que tenía potentes músculos y que podía morder con mucha fuerza. Si a eso le añadimos sus grandes incisivos y sus anchos molares, tendremos que estos animales eran malacívoros (comedores de moluscos).

Géneros

Cyamodus: Este animal poseía un cráneo

de tamaño medio y con una forma triangular bastante marcada. Tenía grandes dientes incisivos con los que partía el exoesqueleto de los moluscos, que luego trituraba con sus grandes y fuertes muelas. Se cree que podía morder con una fuerza de unos 400 kg (una fuerza muy elevada para un animal de su tamaño). Sus patas delanteras y traseras eran algo cortas y tenían una membrana interdigital que le ayudaba a moverse por el agua. Su larga cola era muy dura y estaba formada por muchas vértebras unidas fuertemente entre sí. Además, tenía una hilera de pequeñas espinas a cada lado. Este animal había desarrollado un fuerte caparazón formado por huesos recubiertos de una capa córnea y por bultos óseos que sobresalían. A ambos lados del escudo tenía hileras de grandes púas que actuaban como defensa ante el ataque lateral de un carnívoro como el Cymbospondylus. Algo extraño de su caparazón es que estaba dividido en dos partes, una en las patas delanteras y el pecho y otra en las traseras.

Henodus: El cuerpo del Henodus

estaba protegido por un caparazón que también abarcaba los flancos del animal. La cola era corta y estaba provista de placas óseas. Como protección adicional, tenía unas costillas abdominales fuertes y pesadas que protegían bien su vientre. Estas costillas también revelan que el animal tenía grandes pulmones que le permitían aguantar mucho tiempo bajo el agua alimentándose de moluscos. Su hocico era extremadamente ancho y sólo contaban con cuatro dientes delanteros, pero este animal cortaba con el borde de sus mandíbulas, que formaba un pico óseo desdentado muy duro, similar al de las tortugas. Asimismo, a ambos lados de la mandíbula superior tenía una ranura con láminas córneas que funcionaban como algún tipo de red. Gracias a su gran peso, este animal podía pacer tranquilamente en el fondo del mar, asegurándose con su caparazón de que los depredadores no lo molestaran. Un dato extraño del caparazón del animal es que estaba dividido en dos partes unidas por las costillas ventrales. Entre ambas "láminas" sobresalían brazos y piernas, que ayudaban a moverse al animal, aunque seguramente se tratara de un animal muy lento. Sus manos apenas tenían membrana natatoria, y su posición (demasiado cercana a la cabeza) sugiere que apenas las utilizaba, quizás sólo para emerger del agua. Las patas traseras eran mucho más fuertes y más palmeadas, de forma que este animal se desplazaba a intervalos cortos gracias al empuje de esas patas. Existe controversia sobre si este animal era ovíparo o vivíparo, pero por la forma de sus patas y su antigua posición en el árbol filogénico de los sauropterigios señalan que quizás era si no ovíparo, ovovivíparo.

Placodus: Los mejor preparados

para alimentarse de organismos con caparazón del fondo marino eran los representantes del género Placodus, cuyo cuerpo estaba protegido por una hilera de espinas en la parte superior y placas óseas en la inferior. Además tenía unas fuertes costillas abdominales que le permitían estar mucho tiempo bajo el agua. En el fondo, se alimentaba de moluscos gracias a su dentadura especialmente diseñada para ello; con sus colmillos cilíndricos y orientados hacia delante mientras arrancaba los mejillones con su pequeño pico. Para partirlos y machacarlos se servía de sus dientes planos y achatados que le crecían por toda la mandíbula. Llamaban la atención sus cortas patas con membranas natatorias.