Megalania

Megalania a escala.

El Megalania era el mayor lagarto terrestre de la historia, pues medía 6 metros de largo, 1,5 de alto y podía pesar 1 tonelada. Este carnívoro vivió hace entre 4,2 millones y hace 38.000 años, en el Plioceno y el Pleistoceno, en Australia.

Características

El Megalania era un enorme reptil, era un pariente cercano del dragón de Komodo, pero era enorme en comparación. Sus patas estaban arqueadas, como las de los lagartos. Un problema de ello es que el vientre toca el suelo, pero en un animal tan grande no era un problema, pero además, era tan grande que solo podía correr durante un tiempo extremadamente corto, aproximadamente 1 minuto, pero podía alcanzar los 50 km/h. Su cola era muy larga para equilibrar el peso del cráneo. Lo más destacable del animal era su cráneo, de 1 metro de largo que estaba repleto de dientes potentes y muy afilados, parecidos a los de un tiburón, además, su saliva era cinco veces más potente que la del dragón de komodo, pues contenía 1.000 especies de bacterias que en total podía matar a cualquier animal en el entorno. Sus ojos le permitían ver con claridad en la oscuridad y cazar de noche. Los machos se peleaban apoyándose sobre las patas traseras y la cola e intentando golpear con las garras de las patas delanteras, y a veces, llegaban a morderse y matarse. Las hembras ponían unos 50 huevos que cuidaba hasta que rompían el cascarón y luego los dejaban a su suerte. Las crías llegaban a adultas a los 12 años y podían vivir hasta los 50 años. Se cree que estos animales desaparecieron por culpa del hombre, que modifico su ya reducido entorno, exterminándo a su especie y casi todos los animales grandes del continente salvo, misteriosamente, los verdaderos canguros, los de hocico largo.

¿Como cazaba?

En la Australia prehistórica había gran variedad de presas, y el Megalania tenía estrategias para cazar a todas las presas. Para atrapar a los grandes pájaros como el Dromornis, salía corriendo tras él, y como las ves tenían escasos reflejos en comparación con los mamíferos, le inyectaba su saliva en la pierna, y después la seguía mediante un rastro químico para atraparla, aunque estas aves podian meter unos potentísimos picotazos. Con los grandes herbívoros como el Diprotodon o el Palorchestes, los mordía en la pierna, aunque a veces el veneno no era suficiente para estos animales como rinocerontes. Luego estaban los canguros de cara corta como el Procoptodon, como tenían unos buenos sentidos, solían golpearle con las patas en el cráneo antes de que los llegaran a morder y estos animales escaparían todo el tiempo sino fuera porque tardaban en acelerar.

Pero este superdepredador tenía un rival temible, el Thylacoleo, el león marsupial. Este animal atacaba saltando desde los árboles y aplastando el cuello de la víctima con su potente mordisco, el más fuerte de todo el reino animal en comparación al tamaño del cuerpo.