Los leopardos (Panthera pardus) pesan 70-180 kg, con una longitud corporal de 1,5 - 2 metros y una altura de hasta 65 cm. Vive en sabanas, estepas, desiertos y selvas desde sudáfrica hasta arabia y sumatra. Los leopardos son fuertes trepadores de

árboles, que pueden incluso, trepar a un árbol con una presa de su propio peso. Los leopardos suelen llevar a sus presas a los árboles para evitar que otros animales, como hienas, se las roben. También almacenan su comida en los árboles.
Los leopardos cazan tanto en la tierra y como en el agua ya que son grandes nadadores. Los leopardos son depredadores nocturnos. Los leopardos son animales solitarios. Los leopardos acechan a sus presas hasta que están a unos pocos metros y luego saltan sobre la presa (no suele fallar). Si pierden la presa, a menudo esta escapará, ya que el leopardo no suele perseguir a su presa. Después de una gestación de tres meses, los leopardos dan a luz entre una y cinco crías. Transporta a las crías con la boca.  Los cachorros de leopardos permanecen con su madre durante 22 meses y llegan a vivir 20 años. Como ocurre con muchos felinos, cuando tiene crías, la madre se vuelve muy agresiva, pudiendo atacar al hombre sin haberla provocado. Aunque el leopardo destaca por su agilidas, también es un animal muy inteligente: guarda la comida en los árboles para comer durante varios días y tiene unas técnicas de ataque bien planificadas, y la más planificada de ellas es la que usa para atrapar monos: Se tumba en el suelo haciéndose el muerto para que los monos se acerquen, al principio con miedo, pero luego van tomando confianza, y cuando se ponen a jugar con el cuerpo del leopardo que creen muerto, este les salta encima cogiendo a varios monos desprevenidos. Podemos considerar que el leopardo es feroz porque mata a más presas de las que se come. Esta característica la comparte con pocos animales y, tristemente, con el hombre.
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